En otras épocas, la formación, conocimientos y habilidades adquiridos antes de tener 30 años podrían ser suficientes para trabajar toda la vida, pero hoy, con una alta esperanza de vida y una transformación digital de la sociedad, es obligatorio adaptarse, formarse de un modo continuo, reinventarse, o reaprender.
Los rápidos y continuos cambios que provocan los avances tecnológicos obligan a capacitarse y mantenerse en constante reciclaje profesional, también a estar en formación continua, adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades. Es obligatorio disponer de un deseo de aprender, y actualización constante, para ganar empleabilidad
Algunos teóricos dicen que si somos capaces de aprender, adaptarnos y ser flexibles ante esta situación, desarrollaremos ‘cierta inmunidad’, es decir, saldremos más fortalecidos y reforzados para construir proyectos en un nuevo entorno. Es obvio que muchas tareas tienen un alto riesgo de automatización, por ello la formación es clave, al igual que su impacto positivo. Es fundamental acercar la formación a la realidad laboral.
La digitalización, la Industria 4.0 son perfiles de gran demanda, bajo el acrónimo de STEAM (Science, Technology, Engineering, Art, Mathematics). Este proceso producirá la desaparición de puestos de trabajo y la sustitución de tareas realizadas por personas, también creará otras profesiones relacionadas con la inteligencia artificial (IA), robótica, impresión en 3D, el ‘big data’ o el internet de las cosas (IoT).
Las academias y centro de formación deben tener hacia la formación híbrida y síncrona, y también a la personalización de la formación y la oferta de cursos más cortos (píldoras de formación). Ahora el rol del profesor es el de guía, de acompañar al alumno, quien tendrá más posibilidades de marcar su ritmo. Por ello, es fundamental el acompañamiento fuera del aula, en el entorno ‘online’ asíncrono, la personalización, etc.
La formación se transforma en un aprendizaje ‘líquido’ donde se combina la enseñanza en el mundo real con la del mundo virtual, el trabajo individual y en equipo, las clases presenciales y elearning, el uso del aula virtual, y la conexión en directo y el trabajo en remoto. Por ello nos basaremos en la flexibilidad, personalización, e interactividad.
Otra tendencia importante es el microlearning, que también se presenta como una nueva estrategia de aprendizaje flexible, adaptable y personalizado. Esta metodología formativa que divide el contenido global en pequeñas cápsulas o píldoras interconectadas, que evita saturar de información al alumno. Algunas ventajas son la mayor capacidad de aprendizaje o retención, ya que al dividir la información en partes, se permite la concentración y asimilación.
Interesante también por el uso en los móviles, ya que al tratarse de lecciones cortas, se puede acceder en momento de ocio, tiempos muertos, etc. Los contenidos están conectadas entre sí con el objetivo de lograr la comprensión gradual de un tema específico. El ir de lo simple a lo complejo contribuye a que los alumnos retengan toda la información. También interesa la variedad de formatos, con el uso de web, vídeos, blogs, infografías, imágenes, esquemas, etc.
