3 consejos para crear tu primer curso online

Si has pensado alguna vez en crear contenido online, puedes sentirte intimidado por toda la información que hay disponible sobre las diferentes teorías de aprendizaje.

El primer concepto que deberías tener claro es el de Diseño Instruccional. Se podría definir como el proceso para conseguir experiencias de aprendizaje que sean efectivas, interesantes y que enganchen al alumno.

Cualquier persona puede crear un curso online, pero será un buen diseñador instruccional el que diseñará un curso que satisfaga los objetivos y las necesidades de sus alumnos.

Para empezar a diseñar cursos efectivos os mostraremos tres principios básicos que harán que tus cursos sean más aprovechables por tus estudiantes.

1-. Conoce a tus alumnos

Antes de empezar a crear contenido necesitarás saber exactamente a quién va dirigido.

Para ello deberás preguntarte:

  • Quiénes son los alumnos y cuáles son sus necesidades.

Por ejemplo, para un curso de Big Data, no tendrá las mismas necesidades el director comercial de una empresa que el informático, aún partiendo ambos de cero en la materia.

  • Qué habilidades digitales tienen.

No podremos ofrecer un curso con recursos interactivos muy complejos e itinerarios ramificados a un grupo de usuarios que no use habitualmente dispositivos digitales.

  • Cuál es su nivel de conocimiento de la materia a enseñar.

Un caso común es el de un curso de idiomas donde hay alumnos con niveles diferentes a los que no se les puede ofrecer el mismo contenido.

2-. Céntrate en los contenidos más relevantes para esos alumnos

No deberías incluir contenidos “de relleno”, que aunque puedan ser interesantes, no aporten valor o no ayuden a los alumnos a hacer mejor su trabajo.

A la hora de elegir el contenido a incluir en un curso, hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Necesitarán conocer esa información en algún momento para aplicarla en su trabajo?
  • ¿Es necesario conocer el contexto de ese contenido, o podemos ir directos a la información más relevante y útil?

Por ejemplo, en un curso de Prevención de Riesgos Laborales, ¿es necesario conocer la legislación y normativa que lo regula?, ¿o es más efectivo explicar los riesgos y cómo prevenirlos en cada puesto de trabajo?.

Si el contenido es interesante pero no relevante, mejor no incluirlo.

No se nos ocurriría incluir en un curso de atención telefónica la historia de Graham Bell y cómo llegó a inventar el teléfono, por muy interesante que pueda ser.

3-. Sigue una estructura coherente

Todos tus cursos deben estar estructurados de una forma coherente. Usa una estructura similar a la siguiente y no fallarás:

1- Da la bienvenida a los alumnos

2-. Proporciona las indicaciones necesarias para que puedan desenvolverse en el campus y navegar a través de los contenidos.

3-. Explica los objetivos y la utilidad del curso que van a recibir.

4-. Estructura tu contenido en lecciones, cada una con su introducción, contenidos, autoevaluación y resumen.

5-. Añade evaluaciones que proporcionen feedback a los alumnos sobre el nivel de conocimiento que han adquirido y en qué necesitan mejorar.

6-. Resume los puntos más importantes del curso acorde con los objetivos inicialmente planteados.

7-. Añade información o recursos adicionales, tanto internos como externos, para que los alumnos que lo deseen puedan reforzar sus conocimientos o ampliarlos.

Artículo redactado por Sergio Sanz, de la empresa +Opciones que será ponente en el 13º Congreso Nacional de Formación Bonificada los días 5 y 6 de marzo en Madrid y estará presente en Expoformación 2020.