El panorama de la formación corporativa está experimentando una transformación sin precedentes de la mano de la Inteligencia Artificial. Tecnologías como los modelos GPT (Generative Pre-trained Transformer), la arquitectura RAG (Retrieval Augmented Generation) y los nuevos agentes de IA son herramientas presentes que están redefiniendo la gestión, organización e impartición de la formación para los trabajadores.
La gestión de la formación para trabajadores a menudo implica procesos administrativos complejos y la necesidad de adaptar los contenidos a diversas necesidades. Aquí es donde la irrupción de los GPT, RAG y los agentes de IA se convierte en un factor diferencial.
GPT y RAG: contenido formativo personalizado y relevante.
Los modelos GPT, capaces de comprender y generar texto de manera coherente y contextualizada, abren un abanico de posibilidades en la creación de contenido formativo. Ya no es necesario depender exclusivamente de materiales genéricos. Con un GPT, se pueden generar módulos de e-learning a medida, adaptando el lenguaje y los ejemplos al sector y a las funciones específicas de los trabajadores de una empresa.
La combinación de los GPT con la arquitectura RAG potencia aún más esta capacidad. RAG permite a un modelo generativo acceder y utilizar información actualizada de fuentes externas, como bases de datos internas de la empresa, manuales técnicos o la normativa vigente sobre formación bonificada. Esto significa que los materiales formativos son personalizados, y también relevantes y precisos.
Ejemplo práctico: Imaginemos un curso sobre «Cumplimiento Normativo» para los empleados de una asesoría. Un sistema basado en GPT y RAG podría generar automáticamente módulos de aprendizaje que incluyan los casos prácticos más recientes de la empresa, extractos relevantes de Reglamento o Leyes actualizados en tiempo real a través de RAG, e incluso adaptar el nivel de profundidad según el rol del empleado (personal administrativo vs. abogado).
Agentes de IA: optimizando la gestión y organización.
Más allá de la generación de contenido, los nuevos agentes de Inteligencia Artificial están llamados a revolucionar la gestión integral de la formación bonificada o de demanda. Estos agentes son programas autónomos capaces de percibir su entorno, tomar decisiones y ejecutar acciones para lograr objetivos.
En el contexto de la formación bonificada, los agentes de IA pueden encargarse de tareas como:
- Detección automatizada de necesidades formativas: Analizando el desempeño de los empleados, las tendencias del mercado o los cambios normativos, los agentes pueden identificar brechas de habilidades y proponer cursos bonificados pertinentes, para colectivos o individualmente.
- Gestión de la bonificación: Agentes especializados podrían interactuar con la plataforma de FUNDAE para automatizar trámites como la comunicación de inicio y fin de curso, la gestión de documentación requerida para la bonificación y el seguimiento del crédito disponible. Esto reduciría drásticamente la carga administrativa para los departamentos de RRHH y formación.
- Organización logística de los cursos: Desde la planificación de horarios y la reserva de recursos (aula, plataforma online) hasta la gestión de inscripciones y recordatorios a los participantes, los agentes pueden optimizar la compleja logística de la formación.
- Soporte y seguimiento del alumno: Agentes pueden actuar como tutores virtuales, respondiendo a preguntas frecuentes de los alumnos sobre los contenidos, el funcionamiento de la plataforma o los trámites de la bonificación. También pueden realizar un seguimiento proactivo del progreso del alumno y ofrecer apoyo adicional si detectan dificultades.
Ejemplo práctico: Una gran empresa del sector logístico con alta rotación de personal necesita formar rápidamente a nuevos empleados en el uso de su sistema de gestión de almacén. Un agente de IA podría identificar automáticamente la necesidad de formación para cada nuevo empleado según su puesto, asignarle un curso de e-learning bonificado personalizado con RAG (que incluya simulaciones interactivas del sistema de almacén), gestionar la comunicación con FUNDAE para la bonificación de ese curso y ofrecer soporte continuo al empleado a través de un chatbot para resolver dudas sobre el sistema o el curso.
Otro Ejemplo: Imaginemos un curso bonificado de «Habilidades Comerciales Avanzadas». Un agente de IA podría analizar las interacciones de los comerciales con los clientes (siempre respetando la privacidad y la normativa de protección de datos), identificar áreas de mejora específicas para cada comercial, sugerir módulos de formación personalizados (creados con GPT y actualizados vía RAG con las últimas técnicas de venta de la empresa) y gestionar automáticamente la bonificación de esos módulos formativos.
Por lo tanto, para los profesionales de la formación y los departamentos de RRHH, adoptar estas herramientas implica una evolución de su rol, pasando de tareas principalmente administrativas a funciones más estratégicas de supervisión, diseño y análisis del impacto de la formación. La formación, con el apoyo de la IA, se convierte así en una palanca fundamental para el crecimiento y la adaptación de la empresa en la era digital.
