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La formación actual no se adapta a la necesidades de las empresas

La formación actual no se adapta a la necesidades de las empresas

En España faltan más de 120.000 trabajadores cualificados, y esa falta de profesionales están basado especialmente en la falta de cualificación, ya sea de formación inicial, mala preparación del sistema educativo hacia el mundo del trabajo, y falta de formación continua. Por ello, se necesita formación y no sólo en la transformación digitalización. Sin olvidar que cada persona en su vida laboral va a desempeñar más de 6 trabajos diferentes y necesitará formarse continuamente.

 

Respecto a la formación en las empresas, no hay recetas universales, cada sector es un mundo y no se puede comparar la gran empresa con la micropyme que abarca al 90% de la producción. Pero en general cada sector tienen un rol que desempeñar y la mayor perjudicada en la falta de formación es la propia empresa. Está claro que cada vez va a haber pocas oportunidades de empleo para personas con muy baja cualificación.

 

En la formación para el empleo, se basa en varios ejes, como la transición digital y la ambiental. Se basa en abordar nuestro modelo productivo y también el de consumo. En España hay muchos recursos para formar a trabajadores en competencias digitales, y se nos olvidan los sectores. La formación tiene que ver con el empleo, y con nuestra carrera y desarrollo profesional y no se está abordando de un modo adecuado. Ahora se está actuando sobre competencias digitales pero dejando a un lado la formación sectorial.

 

Respecto a la Ley de Formación Profesional para el Empleo se ha perdido cercanía con el mundo empresarial y el diagnóstico de necesidades. Las nuevas formas de adquirir conocimiento (on line) no se contempla en la Ley y habría que buscar un sistema más ágil. La Ley nace con el propósito de integral toda la formación profesional, la FP y la Formación para el Empleo. Trocea la formación profesional para intentar hacerla más accesible. Se reconoce el derecho laboral a la formación profesional, pero deja fuera una parte de la población.

 

La falta de especialista es real, ya que existen carencias de profesionales, motivada por ejemplo en que en el mercado laboral existe un 25% baja cualificación, y el sector TIC representan un 3% del total del mercado laboral. Cuando vamos al ámbito educativo fallan las ramas ESTEM (matemáticas, físicas, ciencias, tecnologías, estadística). Por ello, la juventud que trabaja en ocupaciones que no se corresponden y que desempeñan su trabajo en sectores elementales.

 

Resumiendo, con las cifras de los estudios actuales se pone de manifiesto la dificultad que encuentran las empresas para encontrar personas con conocimientos, experiencia y formación adecuada para los puestos que se ofrecen. Se indican altos porcentajes de puestos de perfil técnico o relacionados con la digitalización. En Europa se ofrecerán casi 1 millón puestos de trabajo en el ámbito de la informática y de las nuevas tecnologías, casi un 10% de la oferta global de empleo. Y muchos de ellos pueden quedarse sin cubrir dado el déficit de talento para esos campos. Por ello, queda claro que existe un desfase entre las necesidades actuales (y para el futuro próximo) de las empresas, y el modelo formativo existente en la actualidad.